Conozca al nuevo equipo directivo del Centro

Lo más gratificante de trabajar en el Centro es ver el impacto que tenemos en nuestra comunidad. Ya sea paseando por el campus Anita May Rosenstein o visitando uno de nuestros centros comunitarios, como el Trans Wellness Center, veo la alegría y la resistencia de nuestros clientes. La verdad es que no hay un solo día en el que no sea testigo de cómo un joven o un anciano que accede a nuestros servicios se ilumina porque puede ser él mismo en un espacio diseñado para atender sus necesidades específicas. Es un recordatorio periódico para mí del honor y el privilegio que supone dirigir el Centro.

Y aunque me duele saber que la demanda de servicios supera regularmente nuestra capacidad, tengo plena confianza en que el Centro seguirá evolucionando para satisfacer las necesidades cambiantes y siempre crecientes de nuestra comunidad. El Consejo de Administración y el personal se han comprometido a aprovechar el legado de los últimos 50 años y a seguir haciendo el mayor bien posible al mayor número de personas.

Decidí muy pronto que sólo quería trabajar en organizaciones LGBTQ; sabía que quería hacer cambios para y con la gente de mi comunidad. Empecé en organizaciones de lucha contra el VIH en San Francisco y, más recientemente, pasé dos años en Freedom for All Americans, que se centraba en garantizar protecciones contra la discriminación en todo el país.

Cuando llegó el momento de decidir cuál sería la siguiente fase de mi carrera, supe que quería volver al servicio directo. Unirse al Centro LGBT de Los Ángeles ha sido como hacer realidad un sueño. Nuestro trabajo no sólo toca muchos temas que me interesan, sino que ha sido un placer trabajar con un equipo diverso de personas que realmente se preocupan por la salud y el bienestar de las personas LGBTQ en Los Ángeles y más allá.

Siempre digo que he crecido con el Centro. Empecé aquí hace 15 años como voluntaria y luego fui ascendiendo. En ese tiempo, he visto crecer la organización de 230 empleados a triplicar esa cifra en la actualidad. He visto cómo nuestra cultura interna evolucionaba con el tiempo, permitiendo a la gente aportar más de su auténtico yo al trabajo. Y he visto lo importante que es nuestro trabajo para impulsar el movimiento LGBTQ.

Pero por mucho que hayamos avanzado -y por mucho que tengamos que avanzar-, nuestros corazones siguen latiendo al mismo ritmo de defensa. De cara a la próxima era, sigo tan ilusionado como siempre por continuar nuestra marcha hacia un futuro en el que todas las personas LGBTQ puedan prosperar como miembros sanos, iguales y completos de la sociedad.

La función del Director de Salud es supervisar todas las actividades del Centro de Salud y garantizar la integración con la labor más amplia del Centro. Mi trabajo consiste en asegurarme de que innovamos y creamos programas receptivos que realmente satisfagan las necesidades de todos nuestros clientes y de la comunidad.

Es un momento emocionante para ayudar a dirigir la organización porque parece que el futuro está llegando. Nos estamos convirtiendo en algo mejor de lo que nunca hemos sido hasta ahora. Estamos a punto de prestar servicios de categoría mundial en todas nuestras líneas de servicio a los clientes y comunidades que nos necesitan. Y esto coincide con mi misión personal de querer crear un mundo mejor para mi comunidad homosexual. Esta comunidad me ha dado mucho y espero devolverle todo lo que pueda.

Antes de incorporarme al Centro, pasé más de 25 años en el mundo de la empresa construyendo una carrera como ejecutivo financiero. Fue en el verano de 2020, mientras el mundo cambiaba a nuestro alrededor, cuando empecé a sentirme infrautilizado. En aquel momento no estaba buscando activamente un nuevo puesto, pero cuando se presentó la oportunidad de unirme al Centro, no dudé en aprovecharla.

Lo que he llegado a comprender es que la amplitud y profundidad de los servicios del Centro van incluso más allá de lo que yo sabía. Desde la vivienda y la atención sanitaria hasta los grupos sociales y las artes culturales, los servicios y beneficios para nuestros clientes y miembros del equipo van mucho más allá de mi comprensión inicial. Pero en un equipo con tanto talento como el nuestro siempre hay margen para crecer, y mi objetivo es asegurarme de que tenemos una base sólida para el éxito.

Mi función en el Centro consiste en examinar en toda la organización cómo estamos dando prioridad a la equidad en diversas capacidades. Desde la raza al género, pasando por la clase social, el capacitismo, la visibilidad y tantas otras capacidades, mi trabajo consiste en identificar áreas clave de mejora, momentos de activación y oportunidades para crear un cambio cultural.

Lo que más me entusiasma de este puesto es el equipo. El equipo del Centro está formado por mucha gente estupenda que realmente quiere asegurarse de que todo el mundo tenga un acceso equitativo no sólo a la atención y los servicios, sino también a las oportunidades. Todos nos comprometemos a velar por que nuestras políticas, prácticas y procedimientos se ajusten a estos valores en nuestro empeño por elevar el trabajo del Centro y los relatos de nuestras comunidades.

Antes de incorporarme al Centro, trabajé en el campo de las revistas y los medios digitales durante más de una década. Aunque creo en el poder del periodismo, me cansé de ser un espectador del trabajo. Estoy aquí para hacer el trabajo.

Mi misión es encontrar una forma concisa e impactante de contar la historia del Centro y difundir nuestro mensaje más allá del condado de Los Ángeles para que nuestros increíbles proveedores de servicios obtengan el reconocimiento y el respeto que merecen. Me encanta escuchar a la gente que lleva aquí más de 10, 15 o 20 años. Admiro a cualquiera que haya dedicado su vida a ayudar a su comunidad, o a ayudar a una comunidad a la que se sintió llamado a servir. Espero ayudar a transformar nuestra identidad visual, nuestro marketing digital y nuestra presencia en las redes sociales para que se nos vea y se nos oiga tan bien como sé que somos.

Me encanta mi trabajo. Es un privilegio increíble observar un reto sistémico al que se enfrenta nuestra comunidad y tener la capacidad y el acceso para abogar por el cambio. A veces es tan sencillo como desplazar una casilla en un documento, y otras se trata de cambiar toda una ley federal. En el Centro tenemos la capacidad de hacer que esas cosas sucedan.

Una de las cosas que más me apasionan es asegurarme de que nuestra organización esté a la vanguardia de los esfuerzos por la justicia social. Es muy importante que veamos cómo las necesidades de la comunidad LGBTQ se solapan con otras cuestiones como la justicia reproductiva o la justicia racial. ¿Nos mantenemos firmes en nuestros compromisos sobre estas cuestiones? Tenemos un deber para con cada uno de los miembros de nuestra comunidad y debemos trabajar juntos para proteger los derechos de las generaciones futuras.